5 Formas diferentes de relajarte y disfrutar de las fiestas
Las fiestas navideñas son sinónimo de familia, paz, amor y buena compañía. Sin embargo, a veces las cosas no son exactamente así, y tenemos que practicar la inteligencia emocional para que nuestras reuniones sean lo menos estresantes posible. Además, muchos de los buenos propósitos que asociamos a dichas fechas se ven truncados por circunstancias asociadas al estrés laboral. Después de una temporada muy ocupada y llena de tareas profesionales, cuesta detenerse durante unos días y se nos hace complicado desconectar de nuestra rutina.
La Navidad también implica para algunas personas cumplir con una serie de obligaciones sociales, actividades a las que no faltas por compromiso o tradición, pero a las que no te apetece asistir.
Para conseguir un equilibrio entre tu mente y cuerpo, y con el objetivo de conseguir la paz interior, te recomendamos una serie de directrices que pueden serte de ayuda. Recuerda que tu bienestar es prioritario.
Dedica cada día un rato a tu mente, en la medida de lo posible. Puedes empezar a practicar yoga o meditación en estas fechas y hacer una mirada hacia tu interior.
El estrés interfiere en la microbiota intestinal y durante las fiestas se hacen comidas muy copiosas: disfruta de ellas sin miedo, pero intenta no empacharte ni abusar de aquellos alimentos que perjudican nuestro organismo. Intenta compensar las comilonas con platos más ligeros e ingerir mucho líquido para eliminar toxinas.
No tengas miedo a sincerarte contigo mismo y con los tuyos si no quieres asistir a alguno de los eventos familiares o prefieres estar menos tiempo. También son días de reposo y tu familia o amigos lo entenderán.
Vive el presente. Para algunos la Navidad es una fecha difícil, porque nos acordamos de aquellos seres queridos que ya no están, es lo que se conoce como “silla vacía”. Piensa en positivo, disfruta del momento y valora la compañía que tienes.
Cuida tu cuerpo. Vivas en una gran cuidad o en un pueblo, hacer un poco de actividad física ayuda a sentirse mejor. Sal a caminar o a correr un poco cada día y entrena tu organismo.
Dedica cada día un rato a tu mente, en la medida de lo posible. Puedes empezar a practicar yoga o meditación en estas fechas y hacer una mirada hacia tu interior.
No tengas miedo a sincerarte contigo mismo y con los tuyos si no quieres asistir a alguno de los eventos familiares o prefieres estar menos tiempo. También son días de reposo y tu familia o amigos lo entenderán.
Cuida tu cuerpo. Vivas en una gran cuidad o en un pueblo, hacer un poco de actividad física ayuda a sentirse mejor. Sal a caminar o a correr un poco cada día y entrena tu organismo.
El estrés interfiere en la microbiota intestinal y durante las fiestas se hacen comidas muy copiosas: disfruta de ellas sin miedo, pero intenta no empacharte ni abusar de aquellos alimentos que perjudican nuestro organismo. Intenta compensar las comilonas con platos más ligeros e ingerir mucho líquido para eliminar toxinas.
Vive el presente. Para algunos la Navidad es una fecha difícil, porque nos acordamos de aquellos seres queridos que ya no están, es lo que se conoce como “silla vacía”. Piensa en positivo, disfruta del momento y valora la compañía que tienes.
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